domingo, 25 de abril de 2010

Derrape

Cuando senti que no merecia nada mas que esto, era perfecto.
Ahora me encuentro en una trampa de mi propio diseño.
De mi salvador pasaste a ser mi carcelero.
Sigo trepandome a tu mochila esperando que no sientas mi peso.
Luchando contra mi propio cuerpo para que el balance se mantenga ileso.
Caminando al filo del desastre solo puedo caer y esperar que alguien me atrape.
Esperando que sobrevivamos a este derrape.


K
25/04/10

domingo, 15 de febrero de 2009

Espiral

El ritmo no es normal, no es parejo.
Nunca sé que esperar.
Nunca llega lo que espero.
Lo inesperado no me funciona.
Y lo que llega, no me llega, no me toca.
Pero nunca termina de equivocarse.
Nunca llega a ser irremediable.
No termina de quebrar el hechizo.
No me desencanta.
Pero me jode, me irrita, me lastima.
Y yo me revuelvo en la mierda y pataleo y pienso y decido
y vuelvo a empezar; esperando otra cosa.
Que nunca termina de llegar, que nunca termina estar mal.
Y se repite un espiral interminable hacia el mismo final.
Y él ni siquiera lo registra.


K
7/02/09

jueves, 29 de enero de 2009

Minutos

Esperando que suene el teléfono.
Sabiendo a cada minuto que pasa que estoy un poco mas sola.
Notando que con cada minuto que pasa queda un poquito menos, duele un poco menos.
Descubriendo cuan poco espacio yo ocupaba en el otro.
Contando cuanto espacio todavía ocupa en mi.
Sintiéndolo debilitarse minuto a minuto.
Comprendiendo que un sonido podría salvarlo.
Viendo como el silencio, calmo, constante e imperceptible lo corroe minuto a minuto.
Pero todavía espero el gesto redentor, que el llamado llegue antes que se acabe el tiempo.
Antes que deje de doler, deje de importar.
Preguntándome cuantas miradas, sonrisas, caricias y besos sostienen esta espera.
Y cuantos minutos toma destruirla.

K

Ene09

Puta

Puta.
Una palabra, 4 letras inocuas, vacías.
Hasta que alguien las junta y se las tira en la cara a una mujer.
Hasta que alguien te las cuelga del cuello.
Hasta que alguien que te importa te las escupe, con bronca, con asco.
Una palabra limitada, pequeñita, sin fuerza.
Hasta que la persona correcta te la estampa en el pecho.
Hasta que escuchas todo lo que dice, todo lo que significa en los labios correctos.
Hasta la primera vez que la sentís.
Hasta la primera vez que te hace doler el estómago.
Hasta la primera vez que te ofende.

jueves, 18 de diciembre de 2008

Machine

Después de estar sentada frente a esta maquina dura.
Veo, ya no una maquina, sino un animal sin alma
que me mira con sus múltiples ojos cuadrados.
Un animal sin voluntad ni entendimiento.
Que solo espera que yo haga uso de sus diminutas letras.
Drenandome de sentimientos e ideas.
Viviendo gracias a mi.
Bailando al son de mis dedos...
Conociendo el mundo a través de mis manos.
Adquiriendo mi personalidad, robando mis huellas digitales.
La maquina me atrapa, no puedo soltarla.
Siento como mis dedos se hunden y mi boca rítmicamente escupe letras,
contando experiencias adquiridas por mis múltiples ojos cuadrados.
Y con ellos veo que estaba equivocada, el animal tiene voluntad,
y gracias a ella se adueño de mi alma.
Y yo solo me siento a esperar que alguien presione mis teclas.
Para poder sentir.

K
2003

Esperando a la soledad

A la espera de un consuelo vano, espero.
Tomo un café que (como una traición) en lugar de reconfortar,
lastima. Como tantas veces hoy.
No hay satisfacción ni calma en los cigarrillos casi simultáneos
o en el dulce e interminable café.
No hay ansiedad en la espera, no hay tranquilidad en ella.
No hay desesperación.
No hay tiempo.
No hay causas ni consecuencias.
No hay fin.
No hay sino recuerdos y ojos irritados.
Solo hay momentos interrumpidos de soledad.
Esperando las interrupciones pasan los segundos lentamente,
mientras el mundo a mi alrededor se mueve en cámara rápida.
Pasan los cigarrillos, las tazas de café.
Todo pasa menos la soledad.
Y así en soledad, espero a Soledad,
a que llegue a interrumpirse a si misma.
A esperar que se vayan turnando para visitarme.

K
16/10/2004

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Ingrata

Otra vez volviste a llamar.
Otra vez volviste a gritar.
Otra vez, volviste a cortar.
Y yo volví a quedar con ganas gritar, de cortar.
Con ganas de verte sangrar.
Solo quiero destrozar.
Busco algo que romper para poder respirar.
Pero siempre soy yo la que se rompe, la que sangra.
Herida en tu lugar, usada como un escudo.
Siempre lastimada para vos, por vos.

Nunca supiste protejernos de nada, ni siquiera de vos misma.

17/12/2008